Los lípidos, o también llamados grasas, constituyen la reserva energética de nuestro organismo. En situaciones en las que faltan hidratos de carbono o azúcares, el organismo echa mano de estas reservas y el organismo puede mantener su función.
Pero los lípidos tienen otras muchas funciones de gran interés fisiológico: son un excelente aislante térmico, forman una capa protectora que protege al cuerpo en caso de traumatismos, forman parte de las membranas celulares, son indispensables para el crecimiento y la regeneración de tejidos, mantienen la temperatura corporal y protegen la integridad de la piel entre otras.
Debemos destacar un tipo de grasa como es el colesterol. Este tipo de grasa sólo aparece en productos de origen animal. Es necesario dejar claro que en cantidades normales el colesterol es muy beneficioso para el organismo pero que en cantidades excesivas puede producir arterioesclerosis y la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Así que ya sabeis. No os paseis con los lípidos o vereis vuestra talla aumentar poco a poco.
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