Muchas veces, cuando estamos languideciendo por casa y llega la hora de cenar y no tenemos ganas de cocinar, agarramos de pan de molde y de un poco fiambre y nos preparamos un sandwich. ¿Pero y si estamos en dieta? ¿Podemos comer sandwichs o tenemos que seguir fiel a nuestra "verdurita"?
Una de las virtudes del sandwich es que abarca una gran variedad porque podemos personalizarlo para incluir todo lo que más nos gusta. Para que sepamos, la media de las calorías de un sandwich es de 280 calorías.
Los sandwiches con mucha carne tienen muchas proteínas, pero hay opcinones con embutidos y carne molidad que aportan grasas saturadas, sodio y colesterol. El tipo de pan que utilizamos también costituye una diferencia.
El pan integral tiene un alto contenido de fibra y más hidratos de carbono complejos, por lo que puede resultarnos más saciante. Y luego vienen los condimentos. Una cucharada de mayonesa puede agragar docenas de calorías y varios gramos de grasa al total del sandwich. Opciones más ligeras son la mostaza o la salsa de tomate.
Una opción para bajar calorías en un sandwich es usar una sola tapa, y substituír la otra tapa por hojas de lechuga.
En fin, no debemos privarnos de un rico sandwich ya que tenemos varias opciones para convertir nuestro sandwich en un aliemento de bajas calorías apto para todos, incluso los que están a dieta.
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